jueves, 17 de diciembre de 2009

tercer acto


Había una vez, en alguna ocasión algunas personas se reunieron en torno a su humanidad, él comenzó de nuevo un cuento, uno muy especial… igual que los demás, como todos especiales como todos únicos, como todos llenos de sentimientos, que tan solo tal vez serían relevantes para sí mismo.
Para sí mismo, comenzó narrando una historia de amor, de aquellas que nutren y llenas las hojas de los libros de poesía y novelas rosa, el amor retorna a su repertorio, pero al llegar a clímax de su narración una vez más rompió con la dinámica, una vez más decepciono al público.
El héroe de su historia no se comportó como todos esperaban, en vez… tomo un cuchillo y un tenedor, y como “dos en uno”, partió en dos a su compañera, la desmembró poco a poco, con gusto… mientras calentaba la parrilla con carbón. Al alcanzar el calor necesario puso las presas que algún día fueron el cuerpo con vida de su amada, calentándolas en las brasas poco a poco… para después súbitamente ingerirla.
La antropofagia había tomado su cuerpo… su espíritu… fue en esa acción donde consiguió llevarla dentro de si para no poder perderla jamás… para por siempre guardar sus restos dentro de si.
Muchas gracias – dijo – los aplausos de mutuo convenio… la moneda de agradecimiento y así una vez más… nuestro narrador dio por terminada una historia.

jueves, 1 de octubre de 2009

Acto intemerdio (entre una y otra)


Allí está él… el que siempre habla y habla como conociendo los recónditos secretos y anhelos de sus atentos escuchas y observadores, allí esta, borracho y sólo. Mirando desde la barra el sórdido espacio y las innumerables historias que se narran y viven, allí está… atento.
De pronto gira su cabeza y hablando con una cualquiera que se encuentra a su lado, dice – y que se supone que debo hacer cuando se sequen las ideas, cuando los oídos ya no quieran escuchar más o la imaginación se canse de volar? Que se supone que debo hacer entonces! cuando ya no quiera hablar ni ser escuchado?- ella mientras tanto con ojos atemorizados lo mira sin comprender que es lo que pasa por esa cabeza, sin entender tampoco que es lo que pasa por su cabeza; no obstante él sigue con sus palabras melancólicas – no importa lo que haga, no importa lo que diga, o lo que decida, al final si nadie quiere escucharme, verme o obedecerme no tiene sentido ninguna decisión que tome, todo será igual, sólo se tratara de un loco que aparece o desaparece, sólo será una omisión del guión de la ciudad, así que no tiene importancia…- unos segundos de silencio, las miradas penetrantes se mantienen cruzadas, de pronto, su mano se extiende para tomar la copa de vino y vaciarla por completo entre su boca, para después en medio de un grito adolorido – Maldita sea!!!- caer dormido al sucio piso de un sórdido bar lleno de borrachos…
Así pasa las noches nuestros anfitrión, así vive el día a día, así nos espera todos los días, así cumple con su parte del guión para esta podrida ciudad.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Acto seguido

Había una vez, en alguna ocasión algunas personas se reunieron en torno a su humanidad, él comenzó de nuevo un cuento, uno muy especial… igual que los demás, como todos especiales como todos únicos, como todos llenos de sentimientos, que tan solo tal vez serían relevantes para sí mismo.
Palabras que jamás nadie habían escuchado surgieron de su boca… los muertos para su tumba, nosotros… para la rumba! No había cuentos urbanos sobre el tema, nadie jamás quiere escuchar un cuento sobre la muerte, sobre tristezas o sobre penurias. Sin embargo él siguió con su cuento - fue en una ocasión en la que conoció a un gran amigo, un gran compañero que terminó por matarse en medio de los efectos de la vareta y el redbull, en una moto, buscando su muerte en cada curva que tomaba, a más de 120…
A su entierro llegaron conocidos y desconocidos… los que se tomaron un trago con él y los que solo compartieron un salón de clase, su familia y por supuesto los sapos también… muchos lloraron, otros maldijeron “porqué un muchacho de ventitantos debe morir… no es justo…”
Sin embargo en ese momento él… su amigo comprendió algo… al morir alguien no lloramos por su ausencia… no! Lloramos porque al morir un cercano no muere él, morimos nosotros, mueren nuestras memorias depositadas en él… lloramos porque somos nosotros los que desaparecemos, nadie recordará lo que paso entre los dos, nadie tendrá certeza que esas historias fueron verídicas, nadie podrá saber si estuvimos vivos… al morir un cercano muere una parte de nosotros…
Será por eso que los indígenas latinoamericanos celebran la muerte de sus cercanos, porque en medio de todo saben que es una parte de ellos la que se reúne con los ancestros para rememorar por siempre las andanzas que tenemos en este camino de la tierra…
Muchas gracias – dijo – los aplausos de mutuo convenio… la moneda de agradecimiento y así una vez más… nuestro narrador dio por terminada una historia.

viernes, 10 de julio de 2009

Acto inicial

Había una vez, en laguna ocasión algunas personas se reunieron en torno a su humanidad, él comenzó de nuevo un cuento, uno muy especial… igual que los demás, como todos especiales como todos únicos, como todos llenos de sentimientos, que tan solo tal vez serían relevantes para sí mismo.
La historia, como muchos la conocen giró en torno al clásico de por qué el amor es ciego y loco, pero en esta ocasión antes de llegar a el escondite del rosal, -donde la locura en el juego movería las ramas hasta dejar ciego al amor, prometiendo luego acompañarlo por la eternidad… entregando así el descanso a sus escuchas por comprender esa extraña relación- dejo de hablar, en vez de continuar con uno clásico de los cuentos urbanos, comenzó un nuevo cuento… un nuevo relato… pues por fin comprendió que el amor no es loco… no! no lo es!-pensó.
Su nuevo relato no fue sobre sentimientos puros, fue sobre una persona del común… que alguna vez robo una flor de un rosal… aunque no era específicamente una rosa… se trataba de una margarita, simple, sencilla, desnuda y humilde… que tenía una intima relación con una pequeña abeja, que siempre se encantaba recolectando su polen. Aquella tarde, la abeja salió en búsqueda de su amada margarita, que ya no estaba… buscándola como un loco, mirando de un lado para otro y viajando de forma errática, termino por estrellarse en una espina de una presumida rosa… muriendo instantáneamente… pero nuestra historia de amor no es la abeja y la margarita… no!, es aquel ser que se llevo la margarita para entregarla a su amada… quien partiría una vez mas de su lado… sin embargo la historia tampoco está en esa mujer… una cadena de sin sabores pensaron sus oyentes, una cadena de inconexiones.
Sin embargo pese a que su público se redujo, continuó… seguiría buscando… no una mujer, buscando ese sentimiento… el amor… tal vez una mirada… dicen –narraba- que el amor es un golpe que te produce la mirada de alguien, una sonrisa que escala por dentro de tu esqueleto, haciendo vibrar toda tu humanidad… así nuestro extraño personaje quien causará tiempo atrás la muerte de una enamorada abeja… comenzó su viaje, su búsqueda… mirando a todas en las calles, esperando ser golpeado por una mirada… por una sonrisa… por ese sentimiento que tal vez nunca sintió… pues de ser así… jamás hubiese dejado que ella se fuera de su lado.
Así negando con cada mirada cruzada la posibilidad de sentir lo que siempre nos dicen que hay que buscar, pues como siempre se afirma… entre mas se busca… menos se encuentra…sería ese su destino? Él del eterno buscador, como aquellos que murieran en la selva buscando el dorado? Para el bien de la historia de aquella tarde… las cosas cambiarían… al notar nuestro personaje, que la búsqueda sería eterna y que seguramente no encontraría ni esa sonrisa y mucho menos esa mirada… llegó pronto a la conclusión que el amor no es exclusivo… que podría amar los momentos, las personas…
Así entonces, comenzó por entregar una parte de su corazón a cada una de las personas que se reunieron con él por algún motivo, pero en especial, aquellas que por su sinceridad, por su realismo, ganaron ese espacio, ese rincón, el verdadero problema, surgió cuando comprendió que su corazón era limitado y solo algunas personas podrían entrar en él… que pasaría cuando no tenga más espacio disponible y conozca alguien que merezca también de ese espacio? No se requiere ser un genio para comprender que simplemente su vida se apagaría…
Por supuesto! – grito nuestro cuentero en la plaza pública – eso sucedió… en una tarde que caminando por un lugar del que nadie recuerda su ubicación, oso levantar la mirada al pasar una dama que por el sonido de sus pasos le llamo la atención… ella no solo sostuvo la mirada… además sonrió… la vibración de los huesos… aquello que siempre busco!... lo encontró… pero ya no tuvo espacio para entregar… no tuvo nada que dar… su corazón simplemente estallo!
El amor es tal vez solo eso – dijo el cuentero – el descubrir que esa mirada y esa sonrisa… basta con mirarla una vez… con gozarla una vez… que el amor… es una vez… así es mejor! – gritó de nuevo – morir con el amor en el alma y el corazón que morir marchitado por su ausencia…
Muchas gracias – dijo – los aplausos de mutuo convenio… la moneda de agradecimiento y así una vez más… nuestro narrador dio por terminada una historia.

sábado, 27 de junio de 2009

mentiroso!

Mentiroso!!! Sos un mentiroso boludo… no son tres minuto de llanto!
No son tres minutos de dolor
No son tres lagrimas derramadas
Cortázar! Te equivocas… por más que intento seguir tus instrucciones sigo llorando!
Me sueno después de cada tres minutos!
Y Ya suman cinco servilletas llenas de mocos! Sos un mentiroso
Lloro sin ganas, lloro con ganas… lloro… como un cualquiera… como soy!
Y no me apesta reconocerlo no!
Soy como cualquiera!!
Sentado en la soledad mirando mi reflejo que “anuncia un comercial que nada anuncia"!
Frente a mi pantalla…
que muestra mi reflejo lleno de lagrimas!!

miércoles, 3 de junio de 2009

Monterroso


Sentado frente a la página en blanco, buscando componer algo para este espacio...
Recordé algunas líneas de Monterroso...
Soy feliz, hoy acabe de escribir esta línea.

miércoles, 29 de abril de 2009

Días comúnes


Días comunes, corrientes; espacios de análisis y reflexión… siempre la misma retórica, el mismo antifaz, el mismo rol auto asignado… no más!
Días comunes, corrientes; por hoy seré un bufón; de características dantescas, uno que no respeta ni busca ser respetado; uno que solo quiere gozar, burlándose de ti!, si… de ti lector! Que buscas y buscas palabras de descargo y descanso… hoy no! Por hoy… me divierto yo… pensando en tus ojos nauseabundos recorriendo mis líneas…

sábado, 18 de abril de 2009

Canción

Hoy escuche la canción del oso, desee regresar al campo, ser libre y respirar las tardes. También escuche piso de madera, que me recordó las gracias de la soledad, de encontrarme conmigo mismo, así que aquí estoy, como un cronopio tal vez, en otro aspecto como una fama… miles de recuerdos llegaron a mi tras una tarde de música y cerveza, ya lo sabes, mis recuerdos están empaquetados y organizados por la música… entonces al encontrarlos de nuevo celebre la vida, aquella que se desvanece con cada amigo que ya no está… esa que vale la pena con cada nuevo recuerdo que genero en la gente que me acompaña, en cada momento vivido.
Quise escribir cuentos como nunca, tal vez por eso no logre escribir un cuento… solo un retazo de pensamientos que escasamente hilan los unos con otros… pero en últimas un cuento, una historia, un día… un espacio recorrido, un día menos de vida… un día más cercano al destino que nos espera inevitablemente.
No se trata de una alabanza a la muerte o al dejar de estar, por ir a otro lugar, al contrario, se trata de reconocer la infinita alegría de respirar aunque el “aire llegue solo”, mientras recuerdas como se la llevo un rio… igual realizaré mi mejor intento… una historia…
Se trata de una que comienza en cualquier lado, en cualquier momento, se trata de una canción, de un ritmo que impregna los rincones desconocidos de tu alma… se trata de un piano, un bajo, un kultrun, una guitarra y una dulzaina, acompañada de un buen tiple Colombiano, que acompañan las palabras que siempre imaginaste y que son difíciles de escribir… se trata de los sentimientos corriendo libremente por ti… se trata de un recuerdo.

domingo, 5 de abril de 2009

media hora con mis pensamientos

Es posible suicidar la conciencia? aniquilar los pensamientos? u olvidar la lucidez?
Aunque estos tres fueran posibles no vale la pena siquiera intentarlo, para que perder lo que me mantiene cuerdo?, para qué dejar ir lo que me recuerda que estoy vivo, y sobre todo por qué quiero perder la posibilidad de dudar, criticar, pensar, amonestar y sobre todo… la posibilidad de ver este mundo como es? Al menos para mí!
30 minutos de duda, desesperación, de no querer estar… estando!
30 minutos frente a mí, disperso, contrariado, dispuesto y olvidado.
En últimas solo soy y espero ser eso… conciencia, pensamiento y lucidez… pero… y los sentimientos donde están? Maldita sea!… me concentre tanto en mí y mi existencia que olvide una de las cosas más importantes… mis sentimientos! Los que me hacen vibrar y en últimas el soporte de mi conciencia, mi pensamiento y mi lucidez… así que siguiendo el orden lógico de mis palabras, no soy nada de lo anterior… solo un puñado de sentimientos que por el mundo andan vagando…

viernes, 13 de marzo de 2009

Conservación de los recuerdos...

Cortázar: qué paso? Mejor… qué pasa si no soy ni cronopio ni fama? Me explico… yo procedo todas la noches a etiquetar mis recuerdos… pero no con pelos y señales, los etiqueto con sonidos de bajos, tambores y guitarras. No los cuelgo en los muros con letreros de “excursión a Quilmes” o “Frank Sinatra”… los dejo que reposen donde mejor queden o quieran, para que al sonar de nuevo esos sonidos, ellos, mis recuerdos, puedan volar por todo el espacio y estremecer mis entrañas con los acordes y en ellos… cada ínfima molécula de mi recuerdo y sentimiento…

Como veras amigo Cortázar, no embalsamo mis recuerdos, pero si los organizo y de alguna extraña forma los etiqueto… lo que me convierte en una fama… pero igual los dejo correr por el espacio cada vez que quieren… así me sorprenden y alegran la vida… lo que en cierta forma me transforma en una especie de cronopio…

jueves, 5 de marzo de 2009

rumbo

Ayer encontré bajo mis uñas un hombre colgado… efecto del día y su pasar por mí.

En mi cabeza un disparo de escopeta que persigue mis pensamientos para darles su fin.

Y en mi mano tu rastro... Vacío... colérico... que me recuerda por que llegue aquí.

lunes, 2 de marzo de 2009

la luna

Soñar… que lindo, es hacer las cosas persiguiendo un sueño, aunque sea por solo unos segundos, hacer las cosas por la pasión del instante, así todo se pierda al segundo siguiente, solo en esas apuestas perdemos la capacidad de arrepentirnos después… pues todo lo luchamos con la pasión… con la necesidad y el convencimiento de hacer lo correcto en ese segundo.

Es como construir con barriles desechos y la ayuda de todos los hermanos, un cohete, uniendo con soldadura mal hecha cada uno de los bordes, dejando espacio para la dinamita en el fondo, en el medio espacio para la comida y al final el lugar para los viajeros. Además de por supuesto acomodar un espacio en la casa para el despegue, sin importar cuantas personas del pueblo se burlen por nuestro intento de seguir los pasos de otros. Sin importar cuantas veces nuestras manos se corten en el proceso… Para finalmente en el mes de julio, prender la mecha corta y viajar en búsqueda de ser el segundo grupo de hombres en alcanzar la luna.

No importa que minutos después del despegue nuestro cohete se destruya contra la colina vecina… y salgamos con quemaduras en el cuerpo… no importa que el pueblo se burle, pues siempre en el fondo sostendremos que la luna solo se escapo de nuestros pasos por unos cuantos metros… es cuestión de poner más dinamita en el próximo lanzamiento.

...

La hoja en blanco… mi nueva amiga, vacía, fría, limpia, tranquila, perturbante…  ya vale mierda… te la regalo, llénala con lo que quieras, no soy nadie para postular palabras, ni frases ni ideas… llénala con lo que quieras… mi nueva amiga solo quiere ser el espacio de ellas… tus palabras… las mías… dejaron de existir.

viernes, 13 de febrero de 2009

Antes del primer trago… después del primer tiro…

Hoy en medio de charlas de alta envergadura y turmequé, donde todos y todas se lanzan a mostrar por medio de leguajes complejos cuan efectiva fue la inversión realizada en la universidad, uno a uno pasan… uno a uno complican y muestran un discurso más elaborado y complejo.

Entonces en medio de este esquema, aparece un niño… entra y rompe toda la dinámica del lugar… él con sus ropa rota y su cara sucia, al parecer si fijas tu mirada en su pelo notarás sus pulgas y piojos… él parado al interior del circulo, escuchando una extensa disertación sobre el género, la clase social y la explotación de aquellos que son catalogados por el binomio clásico de hombre y mujer… en los más construidos y elaborados términos del marxismo ortodoxo.

Al terminar la exposición, los aplausos tomaron lugar… al apagarse el sonido de un eufórico público el niño pidió la palabra… “pueden darme una monedita para comer?”

Ahora el publico académico que habla del problema social, distrae su atención, solidariamente todos dan una moneda… como no hacerlo! Aquí todos somos humanistas…

Entonces pienso… si realmente somos eso… humanistas!!! Si es así… porque seguimos cultivando nuestro ego intelectual desconociendo el alter?... porque seguimos hablando de revolución en el papel y desconocemos lo que realmente pasa…

Mientras escribo estas líneas recuerdo la frase de un borracho trombonista… “el amor no está ni se encuentra en los libros” entonces porque insistimos en mirar la realidad en los textos, pensamientos e hipótesis en el papel???

Sin embargo pese a lo anterior sigo aquí sentado… estático… frío! Escuchando disertaciones complejas, elaboradas… por favor alguien tiene que reaccionar!!! AYUDENME!!!

Ahora… alguien pregunta… ¿Qué cosa es el individuo?

Definitivamente nuestras cabezas se pudren pensando, comparando, analizando, aprendiendo y aprehendiendo lo que los padres del sistema dijeron… todo con el pretexto de la revolución!!! Cuan tontos somos… como funciona una revolución de alguien que ni siquiera trata de pensarse a si mismo?

Queremos la revolución que los padres del sistema nos señalan que debemos realizar… es como si nos construyéramos desde afuera… como en la canción de los caifanes, solo que nuestra afuera representa el adentro que ellos requieren en nosotros… Así estamos fuera de nosotros/dentro de ellos, y así no nos cuidamos… nos caemos… e inevitablemente morimos…

Últimas palabras de un “cientista” social en crisis… el cambio no se hace en las aulas o en las teorías de los que nos joden… el cambio se hace con la gente en la lucha del día a día… al menos eso creo hoy… espero creerlo mañana y lucharlo hasta el final…

Cierra los ojos

Ahora imagina la pantalla oscura de un teatro… estas a punto de comenzar a ver los avances de las próximas historias… las próximas películas… las próximas ventanas que te mostraran lo que debes ser… lo que quieres ser… o peor… lo que nunca llegaras a ser….

Siempre me lo dijeron… podrás ser quien quieras ser si trabajas duro… aun así no importa cuánto se quiebre mi espalda no llego a lo que tengo en mente… la victoria eterna, la satisfacción completa… nada de eso lo siento… la música no suena cuando me pasan las cosas que me pasan… cuando la beso no suena una hermosa canción que nos distingue… si es el caso suena una que muchos otros escuchan en el mismo lugar…

Cierra los ojos… el cine está por comenzar… la nueva historia y el nuevo deseo… la misma importancia de siempre… la impotencia que te imprime el no poder conocer los lugares que te muestran… poder vivir las grandiosas historias que presentan… poder dejar de ser el ordinario ser humano… el ordinario ciudadano que día a día se levanta para realizar las mismas actividades de los demás días de la semana…

Ahora puedes abrir los ojos… porque lo que veras es una historia más… de un solo sujeto ordinario… no hizo nada diferente a lo que tú o yo haríamos o haremos en el transcurso de nuestras vidas.

En alguna ocasión sentando al borde de los acantilados del Maule, al sur de América mirando el océano pacifico… contemplando el silencio de la modernidad y disfrutando el ruido del mar, acompañado de un sórdido silbido de mi amigo sentado a mi lado… mirando el lago Budi, natural y único lago salado de América casi  al borde del pacifico, me contó una bella y real historia del sector…

Allá abajo, al costado sur del lago puedes ver esa casa? La del techo blanco… que sobresale entre esos dos cipreses… allí vivió hace muchos años un hombre alto… casi de dos metros de nombre Manuel Aguayo, tenía por compañía su esposa, un caballo hermoso y un fiel perro de origen pastor alemán… no se le conocieron hijos… aunque algunos dicen que fueron víctimas de la pacificación o de la organización del Estado… muchos otros aseguran que simplemente emigraron a tierras más altas después del maremoto que cambiara la geografía del lugar…

Lo que si se supo bien de aquel hombre era su gran pasión por el vino… con el cual dialogó durante sus últimas décadas todos los días… aunque era un fornido y fuerte hombre de campo, padecía de una enfermedad llamada epilepsia poco conocida en aquella época… la cual se le complicaba al consumir alcohol. Sin embargo el nunca se preocupo de los posibles efectos de semejante aberración de su salud…

Desde aquella casa al borde de la boca del lago Budi, entre los dos cipreses, al margen también del océano pacifico… hasta el centro poblado de aquel pequeño puerto  es preciso caminar por el acantilado que rodea el borde costero por los lomos del cerro Maule cerca de cuatro kilómetros, unos 25 minutos… en estos días es posible recorrer esta distancia por la vía moderna en asfalto que conecta estos dos rústicos  lugares, en un auto es posible hacerlo en menos tiempo… ahora si se usa el asfalto al monto de un buen animal, se puede recorrer todo el trayecto en unos 15 minutos con el jolgorio o éxtasis de recrear el alma con estos hermosos paisajes…

EL embriagador mosto lo venden solo en el centro poblado del puerto… así que nuestro buen Manuel Aguayo siempre salía al comenzar el alba con la siempre fiel compañía de su caballo canela y su enorme perro duke, montado en su buen caballo, quien lo llevaría en unos 15 minutos al centro poblado, donde él a su vez podrá sentar sus casi dos metros de altura en el bar para disfrutar de su premio diario, su buen vino… para luego volver a montar embriagado su caballo canela quien tendría –como siempre- la responsabilidad de regresarlo a casa por la única vía posible,  el borde de la barranca por un buen trayecto, hasta donde deberá cruzar a la derecha para entonces subir la montaña que recorre el acantilado  del Maule paralelo al océano pacifico, luego bajar para encontrarse con un nuevo giro donde abrirá a la vista un hermoso lago engalanado con bellos cisnes de cuello negro… donde dos gigantescos árboles guardan su casa.

Fue normal para todos en el centro poblado ver salir aquella gran silueta en tierra de hombres bajos, a montar en estado de embriagues a su caballo para cruzar todo el camino hasta su casa por la orilla del río imperial en dirección a la villa Maule, incluso también se había convertido en un show para los habitantes ver como en medio del camino… aquel hombre sufría una y otra ves ataques de epilepsia montado en su caballo… en algunas ocasiones caía al suelo… generando un gran sonido al chocar contra las pequeñas piedras del camino o rodando  hasta  llegar a caer bajo la barranca  de uno a dos metros de altura…

Lo que nunca fue normal, fue ver cuando en varias ocasiones en la misma escena anterior, al caer no encontraba suelo… sino la arena de la orilla del río imperial… eso ocurrió en pocas ocasiones al pasar por el malecón… cayendo cerca de la altura del caballo mas unos metros… altura desde la cual su perro… siempre fiel compañía, que no perdió un solo trago de vino de su amo, una sola borrachero o ninguna caída…  terminara por sacarlo de la barranca tirándolo  desde su manta… esperando que al subir la marea el cuerpo flotara y halando terminara por sacarlo de nuevo a la orilla del camino.

Una noche la historia se repitió… el hombre salió de su casa a tomar vino en el centro poblado, fue sobre su caballo y acompañado de su perro Duke… la escena de la salida una vez más se repetiría… exceso de vino… ataque de epilepsia… caída… esta vez en un nuevo lugar… el punto más alto del acantilado…

El perro como siempre busco tomar a su amo de la manta… pero en esta ocasión la altura se lo impidió… al pasar los minutos, la marea comenzó a subir… finalmente el hombre murió ahogado… allí a la altura que fue imposible para su fiel perro sortear para salvar una vez más su vida…

Al amanecer la policía fue a la casa con los dos árboles a la orilla del lago que se encuentra al lado del océano pacifico… buscando a la esposa de don Manuel Guayo, hombre de casi dos metros… le comunicaron los hechos acaecidos y luego, le pidieron que ayudara a controlar el perro… quien desde la noche anterior se encontraba apostado  junto al cuerpo en el punto desde el cual calló … él no se movía y no dejaba que nadie se acercara, no sin al menos antes proferir amenazas con sus colmillos…

Ella, la mujer de aquel hombre, fue a calmar a ese perro quien solo se dejo sujetar de ella… perro que no se movió en ningún momento, acompañado sin movimiento a su vez del caballo, quien se quedo esperando sentir a su amo remontarlo…

Después del entierro… pocas semanas después el caballo murió… murió de inanición en el corral de la casa   … no comió desde aquel día hasta que el sueño de la muerte lo abrazo… Duke, el gran perro se fue al cementerio sin que nadie se percatara de ello y murió también de hambre acurrucado sobre la tumba de su amo…

Ahora cierra de nuevo los ojos… una historia más pasa por tus ojos… salen los créditos… hora de retornar a la realidad…